Según informó ADIF, la incidencia dejó sin servicio los sistemas que gestionan la información de llegadas y salidas, lo que impidió que los viajeros tuvieran acceso a datos actualizados sobre sus trayectos.
En la estación de Chamartín he podido constatar este serio problema ya que miles de viajeros, entre los que me incluyo, nos hacinábamos a las puertas del control de accesos esperando a que se anunciaran los trenes y pasáramos a la sala de embarque.
En mi caso el retraso ha sido de dos horas y media. Debía haber salido mi tren destino Ourense a las 17:10 y se puso en marcha a la 19:40. Este mensaje remitido por Renfe lo acredita.
Desde luego los equipos de respaldo de los servidores de Adif no han estado a la altura esperada en la respuesta, y acredita la mala gestión del ministerio de transportes de Óscar Puente y las fragilidad tecnológica, informática e informativa de la red ferroviaria.
Allí mismo grabé este video sobre las 18:30 horas: