lunes, 22 de agosto de 2022

Los insultos del Gobierno de Sánchez a Feijóo no ayudan a pagar la hipoteca, la vuelta al cole o la cesta de la compra

 

Con la celebración el próximo jueves del Pleno extraordinario del Congreso de los Diputados, podríamos decir que se inicia el nuevo curso político que el Partido Popular afronta con los mismos retos con los que terminó el anterior.

Seguir fortaleciendo la estructura del Partido en los diferentes territorios, para llegar a las próximas elecciones municipales y autonómicas mejor preparadas. Y seguir ofreciendo a España la alternativa que necesita, ante un Gobierno dividido, superado por la realidad y en crisis permanente.

En lo que llevamos de este mes de agosto lo único que hemos sabido del Gobierno es que los ministros solo han hecho un paréntesis en sus vacaciones para insultar y hacer oposición a Alberto Núñez Feijóo.

Los miembros del Gobierno están muy nerviosos con el Partido Popular, pero harían mejor en insultar menos y dedicar más esfuerzos a trabajar por los españoles.

La realidad es que Sánchez vive en una crisis de Gobierno permanente, ha nombrado a 40 ministros en cuatro años, cesado a vicepresidentes, vicesecretarios generales y secretarios de Organización del Partido, a jefes de gabinete…

Y la última vez que negó que fuese a acometer una crisis de Gobierno acabó cambiando a siete miembros de su Consejo de Ministros. Sánchez nos tiene acostumbrados a cambiar todo a su alrededor para intentar que nada cambie, pero debería empezar a darse cuenta de que quizá el problema sea él. Cuando menos, lo que debería hacer es reducir ministerios y quedarse con 15 departamentos, porque mantener 22 en la actual situación es obsceno.

El Gobierno se dedica a tres cosas: aferrarse al sillón, luchar contra la oposición interna y atacar a Feijóo. Así no hay tiempo para gobernar y el país no avanza.

Los insultos del Gobierno de Sáchez a Feijóo  no ayudan a pagar la hipoteca, la vuelta al cole o la cesta de la compra.