Fue
leído este manifiesto:
"Hoy,
quienes defendemos sin complejos la unidad de España y mostramos nuestro
hartazgo por las cesiones y bandazos permanentes del Presidente del Gobierno
ante los secesionistas catalanes, hemos sido convocados a esta magnífica Plaza
de Colón de Madrid.
A
todos ellos queremos dar las gracias por esta iniciativa que nos permite a
muchos ciudadanos expresar con nuestra presencia lo que queremos decir juntos
con nuestra voz. A todos los partidos que habéis hecho posible esta
concentración, sin excepción y por igual: muchas gracias
Seguramente
muchos de vosotros podéis pensar que dado que han sido los líderes de los
partidos políticos los que nos han congregado aquí hoy, también podían ser
estos mismos líderes los que tomasen la palabra aquí en esta plaza y se
dirigiesen a todos vosotros
Sin
embargo, han decidido juntos que hoy no sea así. Y hay una razón poderosa para
que hayan tomado esta decisión. Y quieren compartirla con todos vosotros.
Como
habéis visto en la convocatoria de esta concentración, días atrás, nos han
pedido a todos venir a esta Plaza de Colon sin necesidad de portar o exhibir logotipos
o banderas de los respectivos partidos. Lo han hecho así porque hoy aquí a
todos nos une una única bandera: la bandera de España.
Y esa misma es la razón por la que los partidos han preferido poner hoy el acento en lo que nos une a todos, dejando las legítimas diferencias entre ellos fuera de esta plaza. Y han hecho bien. Eso les ha llevado hoy a consensuar un único texto, una única idea, un único mensaje. Para que sea el mensaje de todos los que aquí estamos congregados. Por eso han acordado no ser ellos quienes pongan voz hoy a este manifiesto. Conocen las diferentes sensibilidades que puede haber aquí entre vosotros.
Lo saben y las quieren respetar. Las quieren respetar ofreciendo un mensaje de unidad que nos represente a todos y hacerlo a través de unas voces distintas a la suyas para trasladar este mensaje al conjunto de la sociedad española.
Y esa misma es la razón por la que los partidos han preferido poner hoy el acento en lo que nos une a todos, dejando las legítimas diferencias entre ellos fuera de esta plaza. Y han hecho bien. Eso les ha llevado hoy a consensuar un único texto, una única idea, un único mensaje. Para que sea el mensaje de todos los que aquí estamos congregados. Por eso han acordado no ser ellos quienes pongan voz hoy a este manifiesto. Conocen las diferentes sensibilidades que puede haber aquí entre vosotros.
Lo saben y las quieren respetar. Las quieren respetar ofreciendo un mensaje de unidad que nos represente a todos y hacerlo a través de unas voces distintas a la suyas para trasladar este mensaje al conjunto de la sociedad española.
Por
lo tanto:
Los
partidos políticos y las organizaciones de la Sociedad Civil reunidos en esta
concentración queremos manifestar nuestro más enérgico rechazo a la traición
perpetrada por el Gobierno de España en Cataluña.
Los
acontecimientos de los últimos días suponen una humillación del Estado sin
precedentes en nuestra vida democrática. Tras meses de constantes cesiones
intolerables y a pocas horas de que el Tribunal Supremo comience a juzgar a los
responsables de la ruptura del orden constitucional que se produjo en octubre
de 2017, el Gobierno de Pedro Sánchez decidió dar una puñalada por la espalda a
la ley y a la justicia aceptando los términos y exigencias impuestos por el
Presidente de la Generalitat.
El
Gobierno ha cedido al chantaje de aquellos que quieren destruir la convivencia
ciudadana en nuestro país y ha renunciado a defender la dignidad de los
españoles, con el único objetivo de mantenerse en el poder.
Cedió
al recibir con lazos amarillos al presidente de la Generalitat en Moncloa.
Cedió al trasladar a los políticos presos a la cárcel de Lledoners. Cedió al
aceptar la bilateralidad entre iguales en la reunión de Pedralbes. Cedió al torcer
el criterio jurídico de la Abogacía del Estado. Cedió al aceptar las 21
exigencias del secesionismo. Cedió al iniciar unas negociaciones para aprobar
los Presupuestos Generales del Estado, ofreciendo a cambio la soberanía
nacional. Cedió al admitir la posibilidad de que hubiera mediadores, relatores,
o cualquier otra figura semejante. Cedió en todas las ocasiones en las que
debería haber defendido la dignidad de los españoles ante quienes quieren
acabar con nuestra democracia y nuestro orden constitucional.
Estas
cesiones representan la renuncia del Gobierno de la Nación a cumplir con su
obligación de guardar y hacer guardar la Constitución. Su renuncia a preservar
la unidad nacional y su incapacidad de garantizar los derechos y libertades de
todos los españoles. Estas cesiones pusieron nuestro orden constitucional ante
uno de los mayores retos que ha vivido desde su promulgación. Cuando aún
seguían en marcha las celebraciones por el 40 Aniversario de nuestro texto
constitucional, nos encontramos ante la inaudita situación de que un Gobierno,
que tiene la obligación primera y principal de defenderla, ha puesto en serio
riesgo su vigencia.
Pero
los españoles no estamos dispuestos a renunciar a ella, ni a la convivencia de
la que llevamos disfrutando durante cuatro décadas, basada en la igualdad ante
la ley, la solidaridad entre los españoles y la libertad.
El
gobierno de Pedro Sánchez está poniendo en riesgo estos tres pilares
esenciales, haciendo peligrar así la obra de miles, de millones de españoles
que, esforzándose por entenderse, nos legaron una de las democracias plenas que
existen en el mundo.
Por
respeto a todas las generaciones de españoles que han hecho posible nuestra
democracia, por respeto a la legalidad y por el compromiso firme de seguir
construyendo, como hicieron otros antes que nosotros, un país en libertad, nos
encontramos hoy aquí, en esta Plaza de Colón. En esta plaza no sólo estamos los
presentes, también todos aquellos españoles que, no habiendo podido venir,
quieren como nosotros una España constitucional, unida y en libertad.
Nosotros,
los reunidos en esta Plaza, compartimos, y por compartirlo representamos, el
hartazgo de la inmensa mayoría de los españoles ante la deriva suicida del
Gobierno de Pedro Sánchez y afirmamos, una vez más y todas las veces que haga
falta, nuestro compromiso con la unidad de la Nación española, patria común e
indivisible de todos los españoles; patria de todos, en la que a nadie se
discrimina por cómo piense o a quién vote.
Rechazamos
que se ponga en peligro la integridad territorial. Nuestra nación se construyó
sobre el acuerdo de muchos para lograr entre todos un proyecto común, un
proyecto nacional. Un proyecto que, respondiendo a una realidad histórica de
siglos, ha dado lugar al país en el que vivimos y la nación a la que amamos y
por la que hoy estamos aquí.
Reivindicamos
que la soberanía nacional pertenece al conjunto del pueblo español, del que
emanan los poderes del Estado. Es el pueblo y sólo el pueblo el que tiene en su
mano la decisión sobre el futuro de nuestra nación. Al pueblo pertenece y es el
pueblo el dueño de su destino. Nadie más está legitimado para decidir qué es
España y, mucho menos, qué puede dejar de ser España. Ningún gobierno está
legitimado para negociar con la soberanía nacional, sino que está obligado a
guardar y hacer guardar la Constitución y el resto del ordenamiento jurídico.
Afirmamos
la vigencia del Estado de Derecho como garantía de nuestras libertades
individuales, del imperio de la ley y de la separación de poderes. Y
reafirmamos que ese Estado de Derecho no puede ni podrá ser puesto en cuestión,
ni sujeto a negociación, ni mucho menos quebrado por quienes actúen contra la
ley.
Manifestamos
la igualdad de todos los españoles ante la ley y el principio de solidaridad
entre las Comunidades Autónomas. En España, nadie está por encima de nadie. En
España, todos los españoles son iguales en derechos y deberes. Esta igualdad no
depende de un gobierno ni de un parlamento; esta igualdad pertenece a los
españoles y es, siempre, inalienable.
España
es una nación de ciudadanos libres e iguales. Y en este pilar se ha basa la
firma decisión de los españoles de crear lazos de solidaridad y esfuerzos
compartidos entre los territorios. España es, además de una realidad histórica,
la decisión de todos los españoles de vivir en común, de afrontar el futuro en
común y de acompañarnos entre nosotros, para alcanzarlo.
Reafirmamos,
a las puertas del juicio sobre el asalto a la unidad de la Nación española,
nuestro compromiso con la Justicia y nuestro apoyo cerrado a los jueces que
llevan meses sufriendo la presión independentista.
Hoy
estamos aquí reunidos para decirle al Gobierno de España que no estamos
dispuestos a tolerar más traiciones ni concesiones frente a aquellos que
quieren destruir nuestra patria. Estamos aquí para decir alto y claro que la
unidad nacional no se negocia.
Por
todo ello, exigimos al presidente del Gobierno la convocatoria inmediata de
elecciones generales para que todos los españoles puedan decidir su futuro.
¡Viva
la Constitución! ¡Viva
España! "
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