sábado, 7 de febrero de 2015

Ecos do debate parlamentario sobre a rendabilidade das liñas de Alta Velocidade en construción

Na “entrada” publicada neste Blog o pasado 27 de xaneiro daba conta do debate celebrado na Deputación Permanente do Congreso no que o Grupo Parlamentario de CiU interesaba a comparecencia da ministra de Fomento, Ana Pastor, para que comparecese de forma extraordinaria na Cámara e así explicar as prioridades do Goberno en materia ferroviaria e os plans de liberalización.

Na súa intervención o deputado catalán Pere Macías (CiU) dixo literalmente :

“Hace pocos días la ministra hizo público que este año van a entrar en servicio 1.000 kilómetros más de líneas de alta velocidad. Pues bien, simultáneamente a este anuncio por parte de la ministra de Fomento de ampliar en 1.000 kilómetros las líneas de alta velocidad del Estado español se han conocido dos informes, uno del Tribunal de Cuentas del Estado francés y otro del organismo paralelo de Portugal, que son severamente críticos con la rentabilidad de las líneas de alta velocidad. En el caso de Portugal, este dictamen es preventivo, puesto que lo que hace es evitar que se empiece la construcción de la línea desde Lisboa hasta la frontera camino de Madrid. Por suerte, nuestros vecinos portugueses han podido evitar incurrir en un gravísimo error. Y en Francia, un país donde las líneas de alta velocidad tienen una densidad de pasajeros cinco veces superior a la densidad de las líneas de alta velocidad españolas, su Tribunal de Cuentas ha hecho un dictamen —está en la web e invito a todas las señoras y señores diputados a que lo analicen— severamente crítico con la rentabilidad económica y social de las líneas de alta velocidad. A pesar de ello, la principal obra del Gobierno del Partido Popular en relación con las infraestructuras sigue siendo la inversión en ferrocarril de alta velocidad. No consiste simplemente en decir que vamos a construir y a tener líneas, sino que tienen que operar y hay que mantenerlas, y lógicamente va a existir una presión sobre dos empresas públicas, Renfe y ADIF, esta última severamente endeudada. Ya no vamos a poder endeudar más a ADIF porque la legislatura acaba este año y el año que viene Dios proveerá. Por tanto, quien gobierne España el año que viene se verá ante la necesidad de recapitalizar muy severamente una empresa absolutamente descapitalizada. Por otra parte, las pérdidas de la operadora Renfe siguen creciendo, a pesar de algunas mejoras de gestión que hay que reconocer pero que no pueden llegar a la cuenta de resultados porque cada año se sube el canon que tiene que pagar ADIF. ¿Para qué? Para que ADIF pueda seguir endeudándose. Esta es una falta de visión de futuro extraordinaria que —repito— a corto plazo va a acabar con la necesidad de que tanto ADIF como Renfe deban ser recapitalizadas o, dependiendo de quien gobierne, vendidas rápidamente y siempre que hay que vender rápido uno vende mal. Nos parece, pues, que es una actuación de una gravísima irresponsabilidad. Hay que anunciarla preventivamente y hacer acudir cuanto antes a la señora ministra a esta Cámara.

Paralelamente a esta inversión en alta velocidad se han abandonado las cercaníasEn Cataluña esto es gravísimo por la desinversión crónica y en Madrid, que llegó a tener los mejores servicios de cercanías de Europa, empieza a haber problemas por la ya también crónica falta de inversión. Se han abandonado las cercanías y no hablemos ya del transporte de mercancías por ferrocarril, en relación con lo cual hay que destacar la actuación absolutamente vergonzosa del Gobierno del Partido Popular, que no hace más que llevar a la agonía a este segmento. El último anuncio es el de vender lo poco que quede de Renfe-Mercancías. Así, pues, es urgentísima la comparecencia de la señora ministra para hablar sobre las prioridades del Gobierno en materia ferroviaria, ya que su actuación va a tener severísimas consecuencias en el futuro. Lean ustedes lo que sucedió en Japón en el año 1987: colapso del sistema ferroviario, que obligó a su troceamiento y privatización. Aviso para navegantes.”

No meu turno de réplica dixen literalmente:

Respecto al transporte ferroviario, petición que han defendido varios portavoces, en primer lugar el señor Macias, me he quedado bastante perplejo cuando se pone en cuestión la alta velocidad en nuestro país y el desarrollo de nuevas líneas de alta velocidad cuando el territorio al que pertenece el señor Macias ya dispone de la alta velocidad, cuando las inversiones del Estado en su conjunto para hacer esa justísima y necesaria llegada de la alta velocidad a Cataluña y su prolongación a la frontera francesa ya están hechas.

Parece que se quiere defender nuevamente el modelo de una doble condición: los españoles de primera, que tienen derecho a unas buenas plataformas e infraestructuras ferroviarias y una España de segunda, que no tiene derecho a esas inversiones. Y para ello se utilizan unos pseudo informes de otros países como Portugal y como Francia.

Yo tengo que decir que el compromiso del Partido Popular no responde más que a criterios de justicia y de rentabilidad económica y social y que las inversiones para llevar la alta velocidad a la meseta, y de la meseta a Castilla y León y a Galicia, a Asturias, al País Vasco, a Extremadura, son inversiones necesarias para colocarnos en una situación de competitividad.

Nos alegramos por las inversiones en todos los territorios de España, pero les pediríamos a ustedes que también se alegren y que defendamos la solidaridad que tanto hemos practicado con algunos territorios.”

Achego links que permite visualizar o Diario de Sesións

E os que enlazan ás duas aludidas intervencións



O citado debate xerou en Galicia, unha abundante información periodística e mediática que recollo de seguido.

O diario “La Región” do  28.1.2015, titulaba “Celso Delgado defiende el AVE a Galicia como una inversión de justicia”

O periódico “La Voz de Galicia” do  28.1.2015, titulaba “ CiU pide de nuevo paralizar el AVE a Galicia esgrimiendo informes de Francia y Portugal” e subtitulaba “El PP le reprocha que critique las obras cuando Cataluña tiene ya una línea de alta velocidad gracias a las inversiones del Estado”

O periódico “Faro de Vigo” do 28.1.2015, titulaba: “El PP defiende la rentabilidad del AVE gallego frente a un nuevo ataque de CiU a su viabilidad” e subtitulaba “Celso Delgado sostiene que las inversiones responden a criterios de justicia y pide que desde Cataluña muestren un poco de solidaridad”
O diario “El Correo Gallego” do  28.1.2015 titulaba “Delgado lamenta las críticas de CiU por la inversión en el AVE”


No periódico “La Voz de Galicia” do 29.1.2015, o periodista especializado nestas materias, Pablo González publicaba un interesante artigo titulado” Los consejos de CiU y la seguridad ferroviaria”, no que entre outras cousas dicía: “Se echaba de menos una voz catalana y nacionalista que iluminara a los gallegos en las lides de este mundo complejo con su seny, su sabiduría y su modernidad. Porque quizás piensen que, en esta esquina apartada y periférica, donde se cree que las infraestructuras son la panacea para todos los males, sus habitantes no son lo suficientemente adultos para saber qué es lo mejor para su futuro. El ingeniero y diputado de CiU, Pere Macias, ha vuelto de nuevo al encerado. A enseñar a los gallegos que no se merecen este AVE. Porque son pocos, alejados de los centros de decisión y, seguro que lo piensa y no lo dice, un poco insignificantes. En el AVE que cruza toda Cataluña, conecta todas sus grandes ciudades y se adentra en Francia -él preferirá hablar de Cataluña norte- Galicia tuvo una modesta colaboración. Pero nunca quiso sabotearlo. Los gallegos seguirán en los próximos años destinando una parte de sus impuestos a pagar la enorme deuda del AVE catalán, que costó más de 12.600 millones. Sin rechistar. Son así de sufridos. Y hasta entienden que la alta velocidad les llegue al menos 15 años más tarde que a Lérida. Nunca nadie dijo ni pío contra las inversiones que favorecían a los hermanos catalanes.
Pero el señor Pere Macias es diferente. Le gusta dar clases y pedir que ese dinero para Galicia se desvíe a las Cercanías catalanas. Y se refiere ahora a informes de Francia y Portugal que desaconsejan construir líneas de alta velocidad. En el caso portugués es fácil. En un país intervenido no hay nadie en su sano juicio que destine a infraestructuras los limitados recursos para la sanidad y la educación. En el informe francés, el Tribunal de Cuentas galo alertaba del riesgo de que las líneas convencionales quedaran en el olvido por una apuesta excesiva por la alta velocidad. Nadie en Francia se lanzó a cuestionar que los bretones no pudieran disfrutar de una conexión ferroviaria eficiente que les dure unos cuantos años. Aquí en España sí hay gente así. Y mientras hacen las maletas para independizarse, pretenden diseñar la política territorial del país que quieren abandonar.

Hablar de estos asuntos antes del accidente de Angrois era casi un juego de niños. Un divertimento para ingenieros metidos a políticos sin una visión solidaria del Estado. Pero el accidente de Santiago, que costó la vida a 79 personas -una más aún pendiente de ser reconocida-, demuestra aún más si cabe que hay que acabar lo que se ha empezado. Que los tramos aislados de alta velocidad generan confusión y transiciones bruscas. Y que lo ideal es que todo el acceso ferroviario cuente con la máxima seguridad que sí disfrutan los ciudadanos catalanes, donde una autopista -valga la comparación- rara vez desemboca en una corredoira.

Dejar de invertir en lo que ya está muy avanzado sería además el colmo de la ineficiencia. ¿Tapiamos los túneles, señor Macias?, ¿dejamos que el agua destruya lo que tanto costó?, ¿indemnizamos a las constructoras?”


Tamén varios colaboradores habituais da prensa galega escribiron artigos de opinión.
Así o día 30.1.2015 a “Voz de Galicia publicaba” un artigo titulado: ”AVE a Galicia y Estado catalán: ¡Tiene narices!” escrito polo catedrático Roberto Blanco Valdés. Nel decía entre outras cousas: “Para entendernos, CiU, que gobierna una autonomía que tiene comunicación por AVE con media España y, a través de Madrid, con casi toda, asegura que existen informes de Francia y Portugal «severamente críticos con la rentabilidad de las líneas de alta velocidad». ¡A buenas horas, mangas verdes! O sea, que la escasa rentabilidad de las líneas de alta velocidad, que no ha impedido instalarlas con dirección a Cataluña y a otras muchas partes del país, debe ser tenida en cuenta ahora, cuando toca acabar las de Galicia. A eso se le llama ser ponderado, imparcial y solidario. Sí, señor.”


No diario “La Voz de Galicia” do 31.1.2015 o profesor Xosé Luis Barreiro Rivas  escribía o artigo titulado “ El tren que van a perder BNG y AGE”
Tamén na “Voz de Galicia” do 2.2.2015, Marina Mayoral escribía un artigo titulado “O AVE a Galicia” Nel entre outras cousas dicía: “Un deputado do Grupo catalán asegurou que tales obras no eran rendibles, e que provocaban o abandono doutras que si o son, como as liñas de cercanías de Cataluña, opinión imparcial sen dúbida, e que obedece a esa actitude de algúns políticos cataláns de decidir soíños o que convén aos cataláns -por exemplo, a independencia- e , ao mesmo tempo, pretender mangonear ao seu gusto o que corresponde a outras autonomías.”
No diario “La Voz de Galicia” de  2.2.2015 o periodista Gonzalo Bareño escribía un artigo titulado “CiU delira a costa del AVE” no que afirmaba: “La campaña de CiU para paralizar el AVE a Galicia y desviar esos fondos hacia Cataluña es ya cuento largo. Pero el delirio de esgrimir en el Congreso supuestos informes de los tribunales de cuentas de Francia y Portugal que cuestionan la rentabilidad de la alta velocidad, así en general, dejó perplejos al resto de grupos políticos. Si el diputado Pere Macías hubiera mostrado la misma creatividad argumental hace doce años, el Estado se habría ahorrado los 10.000 millones de euros que les ha costado todos los españoles el AVE a Cataluña.”


No periódico ourensan “La Región” do 4.2.2015, Víctor González, publicaba un artigo titulado “AVE Cesar” Nel dicía: “Ponerse en contra del AVE gallego a estas alturas (a punto de acabarse las obras), incluso aunque tuvieran razón con el argumento que esgrimen de que es deficitario, resulta una impertinencia fuera de lugar. Es como si el rico le dijera al pobre: "Deja el caviar muchacho, no es una buena idea, yo lo tengo en la mesa todos los días y no merece la pena. Es demasiado caro y no alimenta."


E os ecos deste debate chegaron tamén doutras latitudes que aínda agardan a chegada da alta velocidade.
 Así o día 7.2.2015 o Diario “ El Correo de Extremadura” publicaba unha información titulada “CiU pone en cuestión las nuevas líneas del AVE y el PP defiende que la alta velocidad extremeña es de justicia”
E o periódico asturiano “La Nueva España” do 20.1.2015 publicaba un artigo titulado “ CiU critica al Gobierno por dar prioridad a las líneas de AVE de Asturias y Galicia”
 Como se pode comprobar o debate parlamentario entre o deputado Macias e que suscribe, xerou unha gran repercusión en Galicia, e mesmo levou a que o presidente da Xunta se pronunciase ao respecto reprochase a CiU estes ataques " mentres a súa comunidade non só goza desa infraestrutura dende hai anos, senón que as súas finanzas reciben un salvavidas estatal. Esa comunidade recibe miles de millóns pola súa incapacidade para pagar e é máis do dobre do que custa a AVE que nos negan e que gozan dende hai anos"
Feijoo afirmou que "O concepto de solidariedade, igualdade e xustiza do PPdeG é moi distinto do dos nacionalistas. Somos diametralmente distintos"

Conclúo esta entrada, manifestando o meu respecto á liberdade de expresión e de criterio de calquera deputado, como é o caso do Sr. Macías – co que une unha boa relación persoal - pero tamén o meu frontal rexeitamento ás súas posicións partidarias neste tema que considero insolidarias.

En calquera caso, unha vez máis reitero a miña admiración e respecto polo pobo de Cataluña, parte esencial deste gran país que é España, e ao que desexo a maior prosperidade.

Estou seguro que a maioría dos cataláns desexan a mesma prosperidade para Galicia e non a ven contraposta á da súa Comunidade.


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