• El presidente del PP,
Alberto Núñez Feijóo, subraya que la corrupción, la mentira y la incompetencia
que definen al Gobierno de Sánchez son “tres heridas abiertas” que afectan a la
vida de todos los ciudadanos y considera que el PP “representa a millones de
españoles que quieren un cambio que solo nosotros podemos propiciar”
• Explica que la
transformación que se requiere implica una “reparación completa”, que atañe a
las instituciones, a la política y a la confianza perdida, para lograr que el
país vuelva a funcionar: “Sabemos perfectamente que España no quiere más circo,
quiere más pan”
• Advierte de que el PP
presentará en el Parlamento iniciativas y planes para el mundo rural y el
sector agrario, para la vivienda, para el transporte ferroviario y que se
indemnicen los retrasos de los trenes, para la inmigración y el proceso será el
mismo: “Los presentaremos en el Congreso, los rechazarán y los aprobaremos en
el Gobierno”
• Reclama el “sentido común” para luego
argumentar que se puede repudiar lo que ocurre en Gaza sin tener que caer en el
antisemitismo o llegar a ser felicitado por un grupo terrorista y, también,
condenar la violencia y el asesinato sin peros ideológicos “y no puede haber
matices ante el asesinato de Charlie Kirk”: “Se puede querer que este país esté
unido sin ser caricaturizado de facha”
• Aclara que “violencia política” es impedir que una competición termine, como ocurrió ayer con la Vuelta Ciclista a España, alentar desde el Gobierno el sectarismo contra otros ciudadanos o señalar nacionalidades, a periodistas y a jueces: “Reivindico una sociedad en paz y por eso pido al Gobierno que nos deje vivir en paz”
• Acusa
al Ejecutivo de Sánchez de renunciar a gobernar y, por ello, ni presenta
presupuestos porque centra sus objetivos en confrontar a mujeres contra
hombres, propietarios contra inquilinos, jóvenes contra mayores, empresas
contra trabajadores y una comunidad contra otra. “Esa división no es
casualidad, es un método, es supervivencia política y está convirtiendo la
política española en un foco de toxicidad”, agrega.
• Dice que la
corrupción es una “constante” y enumera instituciones colonizadas y
“contaminadas” para servir al interés del Ejecutivo de Sánchez como el CIS,
Televisión Española, Correos, Banco de España, Tribunal Constitucional y la
Fiscalía General del Estado: “El listón ético de este Gobierno ya no lo marca
la Constitución, las leyes o la decencia; lo marca Moncloa”
• “España tiene que recuperar las
compensaciones que recortó este Gobierno. No se trata de que los españoles den
las gracias si el tren llega a tiempo, se trata de que el Gobierno dé las
indemnizaciones a la gente si el tren se retrasa”, afirma para resaltar la
inoperancia del Ejecutivo.
• Adelanta que el PP
presentará en el Congreso una alternativa para el sector primario y el mundo
rural porque “no se pueden imponer discursos en nombre de la tierra y en contra
de quienes la trabajan” • Dice que el partido tiene la responsabilidad de preparar
al país, ya que corresponde dar claridad frente a oscuridad: “Me corresponde
ofrecer un proyecto de nación frente a la sociedad rota que pretenden todos los
demás”
• Arremete contra las
políticas socialistas dirigidas hacia los jóvenes, un colectivo que sufre una
de las tasas de paro más altas de Europa, para luego poner como ejemplo la
ineficiente gestión de la vivienda: “Los precios suben sin parar, el alquiler inalcanzable
y comprar un piso imposible”
• Alerta del
“descontrol y la incompetencia” del Ejecutivo de Sánchez en política
migratoria, que obliga a las comunidades de hacerse cargo de los inmigrantes y
después las acusa de insolidarias si se atreven a reclamar medios. “Los que
trafican con personas saben que España es un país sin reglas”, añade.
• Considera que la gestión migratoria del Gobierno ha provocado un doble fracaso: para los inmigrantes que no encuentran dignidad y para los españoles que no encuentran seguridad y confianza.
• Denuncia que los españoles carecen de garantías de que
el Estado ponga todos sus recursos para volcarse ante emergencias como la dana
o los incendios, para después afirmar que la primera obligación de un gobierno
es servir a su gente, no a sí mismo.
• Manifiesta que el
Gobierno ha renunciado a la honestidad y, por ello, “miente todos los días”:
“Mintieron para alcanzar al poder y mienten para retenerlo.