viernes, 27 de diciembre de 2024

Feijóo tilda 2024 como el año del bochorno del Gobierno y pronostica que el próximo discurrirá entre los juzgados y Waterloo

 


Esta mañana el presidente del PP Alberto Núñez Feijóo hizo balance del año 2024 y pronunció el siguiente discurso:

“Buenos días

Quiero comenzar por algo que también es importante. Y es que espero que estén pasando la mejor Navidad posible y también desearles un gran 2025 bueno y productivo. Por supuesto, este deseo empieza por los afectados de la DANA, a los que todos los españoles tenemos presente en nuestro corazón.

A medida que han ido pasando las semanas, entre los vecinos, la preocupación es unánime: temen que el paso del tiempo no les lleve la reconstrucción, sino el olvido, por eso quiero decirles que no les vamos a olvidar: haremos todo lo que podamos hacer por reparar lo que aún es reparable.

Todos y todo.

Desde la Generalitat, que me consta que se está volcando, al Partido Popular, como oposición nacional, para que el Gobierno de España cumpla con su obligación de ayudar a la reconstrucción urgente de tantas poblaciones devastadas.

Esta convocatoria responde al balance de lo que entendemos que ha sido 2024. Porque todo lo que se puede decir es secundario si pensamos en todas las familias que hoy intentan reconstruir sus vidas en las zonas devastadas, y todas las que ha perdido a un ser querido.

Los Reyes, con su cercanía, y sin que nadie se lo hubiese pedido nos representan a todos los españoles más que nunca, no así un Ejecutivo que con su falta de empatía y su distancia de la realidad se aleja de lo que es la España de verdad.

Este balance siempre será insuficiente e impreciso, lo anticipo. Será insuficiente e impreciso respecto al balance que cualquier ciudadano español pueda hacer.

2024 ha sido un año en el que cada mes se ha hecho más largo para las familias porque cada vez cuesta más culminarlo afrontando todos los gastos.

2024 ha sido un año en el que acceder a la vivienda fue todavía más difícil pese a todas las promesas. Todos hemos perdido la cuenta de los cientos de miles de viviendas prometidas y no ejecutadas.

2024 es el año en el que la inmensa mayoría de los ciudadanos no puede decir que alguno de los problemas que había en enero se han resuelto en diciembre, ya sea la economía familiar, la vivienda, la crisis migratoria o el empleo.

Y 2024 es el año en el que la política en este país se ha ido alejando de la gente, paso a paso, día a día, durante estos doce meses. Y es nuestro deber recuperarla.

2024 comenzó con la tramitación de la amnistía, o lo que es lo mismo: la validación de la desigualdad de los españoles. ¿Qué Gobierno tiene España cuando borrar los delitos de quien te pone en el poder deja de estar de actualidad porque se hacen cosas aún peores?

La mayor novedad durante este año ha sido que algún día se ha amanecido sin una nueva imputación, una nueva corruptela, un nuevo chantaje, un nuevo intercambio de privilegios o sencillamente una nueva mentira.

Con este Gobierno el escándalo político se ha convertido en algo cotidiano. La mentira es el primer trámite de cualquier iniciativa que este Gobierno trata de llevar adelante.

Medio Gobierno de España está involucrado directa o indirectamente en una causa judicial, otro medio Gobierno ni se sabe qué existe, desde el punto de vista de las soluciones. Y respecto a la familia directa del presidente, ¿qué decir? Sobre todo, ¿qué no diría él mismo si fuera otro el que gobernase?

Así es, 2024 ha sido, a efectos del aún Gobierno, un bochorno. A efectos de quien lo preside, una colección de escándalos sin precedentes en su entorno político y personal. Y a efectos de los españoles una pérdida de tiempo y de dinero que se ha invertido en contra de su interés.

El Gobierno puede ofrecer a los españoles escándalos, malas noticias y dolores de cabeza, pero lo que es servir, no les sirve para nada.

El pasado lunes el presidente del Gobierno hizo un ejercicio de invención de la realidad dibujando una España que está muy lejos del día a día de los españoles. Llevan más de seis años gobernando y el triunfalismo económico que reina en el Palacio de la Moncloa se queda ahí: en el Palacio de la Moncloa.

Fuera de esas cuatro paredes las familias pagan más por la cesta de la compra, por las actividades extraescolares de sus hijos, las familias españolas pagamos más por casi todo.

El desempleo, siendo el más alto de la UE, especialmente preocupante es el desempleo femenino y el desempleo juvenil. Y los españoles debemos más dinero que nunca y hemos pagado más impuestos que nunca.

No es correcto decir que somos la mejor economía de la UE cuando el crecimiento de nuestra economía se basa fundamentalmente en el gasto público, de casi un 20%. O cuando desde el 2008 la renta per cápita real de los españoles crece 10 veces menos que la media de la Unión Europea: un 1% frente a un 11%.

Pero es que, además, somos el tercer país de la Unión con mayor porcentaje de la población en riesgo de pobreza o exclusión social: un 26,5% de la población, 12.720.000 españoles en riesgo de pobreza. Somos el segundo con más pobreza infantil: 1 de cada 3 niños o niñas españolas están en riesgo de pobreza y el segundo país con mayor abandono escolar temprano.

Las familias no tienen una percepción equivocada de le economía es el Gobierno quien tiene una percepción equivocada de la realidad. Una percepción equivocada de España.

Y es que España no tiene Gobierno.

• No tiene un Gobierno interesado en los problemas de los españoles.

• No tiene un Gobierno capaz de aprobar leyes sin desguazar el Estado.

• No tiene un Gobierno preocupado por nada que no sea su propia supervivencia.

Pero también quiero añadir que 2024 es un año en el que nuestra nación se ha demostrado a sí misma que es capaz de hacer frente a todo, España sale adelante gracias al esfuerzo de las familias que el Gobierno relega porque no está en sus propias prioridades, gracias a los ciudadanos a los que solo ve como objetivo de recaudación de impuestos o gracias a las empresas, a las que se les persigue y se las señala por invertir.

Y gracias a la solidaridad de una nación mucho más dispuesta que su Gobierno cuando ha habido problemas. Y gracias a que, cada día, en España, los ciudadanos no se conforman y se niegan a aceptar el régimen de resignación que pretende establecer el poder a través del conmigo o contra mí, a través del pobre objetivo de que todo siga igual y a través de que tratemos de dar por bueno y por normal lo que ni es bueno ni es normal.

Son todos los españoles los que hacen que España siga siendo el mejor país del mundo. El país donde más tiempo se vive de Europa, un país que a la gente le gusta elegir para vivir, un país alegre, dinámico, creativo, acogedor, con un idioma oficial que compartimos con casi 600 millones de ciudadanos en el mundo.

Lo tenemos todo para poder alcanzar el mejor de los futuros. Todo excepto un Gobierno a la altura de su pueblo, pero eso también lo tendremos.

Hasta aquí ha llegado el 2024 en lo que se refiere al Ejecutivo.

El 2025 de este Gobierno discurrirá entre los Juzgados y Waterloo. Y quizás algo de Franco. Nosotros vamos a trabajar para que la política llegue de manera efectiva a las familias.

España necesita futuro. Y a eso se va a dedicar el Partido Popular.

Somos el primer partido de España. 2024 ha sido el año en el que el Partido Popular sigue siendo el primer partido de los españoles.

Hemos ampliado nuestra distancia respecto al segundo partido cuando se han abierto las urnas en toda España, en las elecciones europeas; hemos aumentado nuestra presencia en el Parlamento Vasco; logramos un resultado histórico en el Parlamento de Cataluña; y Galicia volvió a decir que, donde gobierna el Partido Popular, el futuro es mejor si sigue gobernando el Partido Popular, obteniendo la quinta mayoría absoluta consecutiva. Por eso seguimos gobernando para el 70% de los españoles en las comunidades autónomas.

Si esto se redujese a resultados, podríamos darnos por satisfechos, pero no lo estamos porque creemos que la política debe consistir en algo más que competir con el adversario.

Muy mal le iría a España si la única ambición de la oposición fuese ser mejores que el peor Gobierno. Por eso yo no me conformo. Y les aseguro que el Partido Popular no se conforma.

Así lo hemos hecho durante este 2024, intentando ofrecer a los españoles una alternativa.

En primer lugar, desde las comunidades autónomas y los municipios que gobernamos, donde hemos logrado ser la voz de los españoles que piden igualdad frente a privilegios; ser el dique de contención a los atropellos del Gobierno y a las subidas de impuestos, haciendo lo contrario y bajándolos donde gobernamos; gobernar sin chantajes y sin convertir cada votación en una auténtica subasta.

Y, en segundo lugar, también como partido mayoritario en el Congreso y con nuestra mayoría absoluta en el Senado hemos hecho una oposición alternativa, poniendo nuestros votos al servicio las reformas que España necesita y usando la confianza de los españoles para evitar los desmanes que no necesita.

Desde la oposición, en este 2024 hemos logrado, algunas cosas importantes. La primera preservar la independencia de la justicia con la reforma del CGPJ de nuestro programa electoral. La segunda, aprobar la ley, bloqueada durante tres años, para proteger a los pacientes de ELA y cuya financiación reitero en este fin de Año al Gobierno. Y, recientemente, ahorrar 6.500 millones de euros en impuestos a los españoles frente a un Gobierno que ha recaudado este año 140.000 millones más que en 2018, un 43% más de recaudación fiscal hemos financiado los ciudadanos de nuestro país.

En cuarto lugar, las 14 leyes aprobadas por el Partido Popular y bloqueadas en el Congreso: algunas tan relevante como la ley contra la ocupación de viviendas o la ley de conciliación, la más avanzada de nuestra historia, que sigue bloqueada en el Congreso y contempla medidas como la gratuidad de las escuelas infantiles en España.

Existe, en definitiva, una alternativa. Y quiero que los españoles sepan que el Partido Popular reúne mayorías y saca leyes adelante. No de cualquier forma ni de cualquier precio. Reunimos mayorías y sacamos leyes adelante:

• Sin ceder a chantajes

• Sin subastar el Estado

• Sin votaciones agónicas

• Y sin cambiar de principios.

Y, por supuesto, no nos conformamos. No podemos conformarnos con ser menos malos que los que ya están.

Quizás en otro momento sería suficiente. Pero hoy España no necesita un mero recambio, necesita una alternativa. Una alternativa capaz de reparar todo lo que el Gobierno está destruyendo y devolver a España la dignidad. Una alternativa capaz de unir todo lo que el Gobierno quiere dividir. Una alternativa capaz de ilusionar a la mayoría de ciudadanos, no de satisfacer a minorías políticas. Una alternativa capaz de ofrecer esperanza y no sólo desaliento.

Esa alternativa requiere que demos lo mejor de nosotros mismos y yo estoy dispuesto a ello porque creo que España puede dar mucho más de sí y dar mucho más a sus ciudadanos.

Nuestro primer propósito para el nuevo año es que este país recupere la confianza en, al menos, una parte de los políticos. Vamos a dedicarnos a que la política recobre el significado de servicio.

Tenemos un Gobierno en el que las minorías imponen sus intereses y vamos a seguir trabajando por una España en el que las mayorías se construyan desde la firmeza en los principios.

Tenemos un Gobierno en el que se recurre a la mentira para justificar lo injustificable y vamos a seguir trabajando por una España en la que se recupere el valor de la palabra dada.

Tenemos, en definitiva, un Gobierno en el que los ciudadanos son la última de sus prioridades y vamos a seguir trabajando por una España en la que los problemas de las familias, de los jóvenes, de los autónomos y de las empresas vuelvan a ponerse en el primer plano político.

Tenemos un Gobierno que ha desacreditado todas las instituciones del Estado y vamos a seguir trabajando por una España en la que estas instituciones sean devueltas a sus propietarios, que somos los españoles.

Tenemos un Gobierno que trata de sobrevivir dividiendo a la población y vamos

a seguir trabajando por una España que construya desde la unidad.

Y venimos de un Gobierno que en su desesperación mira constantemente al pasado y vamos a trabajar por una España que pueda mirar hacia adelante.

2025 va a ser un año intenso para el Partido Popular.

Somos el único partido que puede ofrecer a los españoles algo diferente ante los que tienen como única aspiración que todo siga igual. Somos el único partido que puede ofrecer un cambio en este país. Y somos el único partido que aún puede construir una esperanza.

Les aseguro que asumimos esta responsabilidad.

2024 ha sido el año en el que los españoles han padecido mucho de lo que le sobra a la política. Trabajaremos por un 2025 muy diferente para que el futuro también sea diferente para España.

Feliz Año, feliz futuro, feliz Navidad.”