La crisis de la educación, el empleo y las competencias
Los líderes mundiales prometieron ofrecer una educación de calidad para todos en 2030 y sabemos que la inversión en educación y formación es fundamental para que el Sur Global aproveche el potencial de su "dividendo demográfico".
La mayoría de los países más pobres tienen una población en edad de trabajar cada vez mayor, y se prevé que los menores de 25 años representen el 90% de la población activa en edad de trabajar en 2050.
Sin embargo, el 40% de los países de renta baja y media-baja se han visto obligados a recortar el gasto en la educación necesaria para liberar el potencial de los jóvenes. En la actualidad, 78 millones de jóvenes no asisten a la escuela.
73 millones de jóvenes no tienen trabajo: seis millones más que antes de la pandemia.
De hecho, las interrupciones del aprendizaje debidas al cierre de escuelas pueden hacer que la generación actual de estudiantes pierda el equivalente al 14% del PIB mundial actual en ingresos a lo largo de su vida, si no se abordan.
En todo el mundo, esta generación de estudiantes corre el riesgo de perder 21 billones de dólares en ingresos potenciales a lo largo de su vida, lo que podría significar una menor productividad, una mayor desigualdad y riesgos de malestar social en las próximas décadas.
Así pues, ¿cómo pueden los líderes hacer las concesiones necesarias para invertir en la próxima generación, de la que pronto dependeremos?
Ponentes:
- Norbert Schady, Economista Jefe, Desarrollo Humano, Banco Mundial
- Joseph Nhan-O'Reilly, Cofundador y Director Ejecutivo,
Red Parlamentaria Internacional para la Educación
- Mauricio Soto, Jefe Adjunto de División, Departamento de Asuntos Fiscales, FMI
Oradores parlamentarios:
- Diputada Neema Lugangira, Tanzania, Comisión de Asuntos Exteriores
- Diputado Armen Gevorgyan, Armenia, Comisión de Integración Europea
Moderador:
- Diputado Steve Azaiki, Nigeria, Vicepresidente de la Red Parlamentaria sobre el Banco Mundial y el FMI
