En ella pedimos que el ejecutivo cumpla los compromisos recogidos en la carta de fecha 23 de julio de 2020 remitida por el Secretario de Restado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana al presidente del Departamento de Mercancías del Comité Nacional de Transportes por Carretera que siguen a día de hoy sin cumplirse, en concreto aquellos compromisos cuyo incumplimiento ha dado lugar a la convocatoria del cese de actividad por parte del sector entre las 24 horas del 19 de diciembre y las 24 horas del 22 de diciembre de 2021.
Un paro que los transportistas dicen desear
evitar pero al que vienen abocados por la inacción gubernamental tras
innumerables intentos para alcanzar un acuerdo que dé respuesta a sus
reivindicaciones.
En nuestra Moción planteamos varias medidas, entre
ellas la de impulsar la aplicación
obligatoria de la cláusula de revisión del coste del combustible y
cualquiera otra medida que palie la situación provocada por la alarmante subida
del precio del mismo.
En la preparación de esa intervención, me desplacé
esta mañana al mayor polígono industrial de Ourense, el de San Cibrao das
Viñas, donde la presencia de camiones es muy importante por ser el punto de
carga y descarga de mayor relevancia. Prácticamente todos estaban estacionados,
al ser hoy domingo y reflexionaba sobre la importancia de este modo de
transporte para que las fábricas de madera, de piensos, del sector del automóvil,
textil, distribución, etc. allí ubicadas, pudieran funcionar.
Me detuve en la gran estación de servicio de este Polígono y pude ver como anunciaba en un panel luminoso el precio “descuento de otoño” del díesel a 1,260 euros/litro. Hice esta foto.
Llevamos muchos meses asistiendo a un constante encarecimiento de los carburantes que afecta a los particulares que no pueden prescindir de su vehículo por motivos laborales pero que afecta de un modo monumental a los profesionales del transporte de todos los modos: transportistas de mercancías de largo y corto radio, taxistas, empresas de autobuses, ambulancias, firmas de paquetería, aerolíneas, navieras, ferrocarriles, tractoristas, etc.
Y en el caso del transportes de mercancías por carretera, el alza del precio del gasóleo, que es el combustible más utilizado en su actividad, ha pasado de tener en enero un precio medio (Euro/litro) de 1,0969 a tener en octubre 1,3551.
Un incremento de costes respecto a octubre de 2020 del 32 % que
afecta de lleno a las cuentas de explotación de los transportistas ya que el gasóleo
viene a representar la tercera parte de los gastos operativos.
A mayores, otros gastos ineludibles como las ruedas, los repuestos o el necesario aditivo AdBlue, no dejan de subir de modo que si los transportistas no tienen posibilidad de repercutir esas alzas en sus precios a los cargadores, se ven en una situación muy difícil pues no pueden seguir trabajando por debajo de los costes.
Un problema sin duda complejo y difícil, pues tiene una componente internacional que afecta a muchos otros países. Así el precio del gasóleo de automoción en octubre de 2021 fue en media ponderada en la eurozona del 1,488 y en la TPUE del 1,466 euros/litro.
Consideramos que el Gobierno tiene que
adoptar medidas para frenar el impacto de los precios de los carburantes en el
sector del transporte, también afectado por la crisis de los materiales, que
impide que puedan tener cargas completas que le hagan rentables sus viajes.
Estamos
hablando de un sector que engloba a muchos profesionales y que, además, presta
un servicio indispensable a la sociedad, como se puso de manifiesto durante la
pandemia: si para el sector del transporte, como se anuncia con ese paro convocado
para antes de navidad, puede ponerse en riesgo el abastecimiento de productos
básicos y también puede comprometer la recuperación económica.
Le
demandaremos pues al Gobierno con nuestra moción que adopte medidas urgentes que eviten ese paro y las consecuencias nefastas que puede tener a nivel económico y
social, de desabastecimiento de los mercados y llegar a complicar las compra de
los ciudadanos.