Publica hoy el diario “La Región” un excelente reportaje,con video incluido, del joven periodista Isaac Cruz que tiula: <<El viaje del “ horror ” entre Valdeorras y Vigo: casi siete horas de resignación>>
Dice así:
“La provincia
vuelve a sufrir las consecuencias de nuevas modificaciones en la oferta de
transporte por ferrocarril. Le tocó desde este pasado lunes a Valdeorras. El
tren Regional que cubría antes la línea Ponferrada-Vigo ahora circula dividido
en dos servicios diferentes; uno desde Ponferrada a Ourense y otro desde la
capital provincial a la ciudad olívica. Entre ambos se interpone una parada de
dos horas y media que catapulta el tiempo de viaje desde las ya largas cuatro
horas hasta las seis horas y media. La Región subió a un redactor al convoy
para vivir de primera mano la experiencia. En un tren prácticamente vacío,
apenas un puñado de personas tiene intención de llegar hasta Vigo. “Un horror”,
dice Lucía, una joven que fue hasta O Barco de visita con Uxía tras la parada
obligada en Ourense, donde les esperaban más de dos horas y media antes de
coger el enlace a Vigo. “Ya directos son 4 horas o más, parando se hace eterno.
Aparte, dos horas y media...” dice resignada Lucía. Ambas se sientan a
desayunar para matar el rato.
Esta dilatada
parada en Ourense responde, según fuentes de Renfe, a la necesidad de transportar
a los pasajeros con origen Madrid que usan el Alvia con destino Guillarei o
Redondela. El tren se detiene a las 08,57 horas y no continúa su trayecto hasta
las 11,35 horas, después de la salida del tren madrileño siempre que este
llegue puntual. En la práctica, toca buscar alternativas para no morir de
aburrimiento.
Ruta por la Ciudad
Teniendo en cuenta
el tiempo disponible en la capital
provincial, es posible llevar a cabo numerosas actividades, para evitar el
tedio de la espera. Una prueba llevada a cabo por este diario muestra que se
pueden visitar las Burgas, pasear por el casco viejo, parar en el centro
comercial y tomar un café mientras se lee el periódico, aún con tiempo
sobrante. Todo ello caminando, sin emplear ni tan siquiera una bicicleta.
Cuando llega la hora de partir de nuevo y uno ya está a bordo del tren, el
revisor avisa de que el Alvia Madrid-Galicia se demorará treinta minutos. Los
viajeros de Guillarei y Redondela que emplean este último servicio son el
motivo de tan extensa parada, ya que el Regional los llevará a su destino.
Pasados 35 minutos y tras ser adelantados por el Alvia, el Regional sale.
Aunque apenas ha subido ningún pasajero.
Desde Renfe
justifican el molesto reajuste por los escasos viajeros, alegando que la mayoría
de usuarios de Valdeorras optan por el tren para ir a Ourense. Por ello,
argumentan, no les afecta el cambio, y aseguran encontrarle más pros que
contras. De quienes se suben al Regional en O Barco a las siete de la mañana,
casi nadie continuará su viaje hasta Vigo
Además, las
habituales averías y problemas en los trenes pueden prolongar todavía más la
agonía. Este miércoles se demoró media hora, retraso que se transmitió al
Regional. Los pasajeros que partieron de la estación de O Barco a eso de las
7,00 horas no llegaron a Vigo hasta alrededor de las 14,00 horas, enfrentándose
a una tortuosa mañana ceñidos a la butaca y con el hambre apretando de lo
lindo, aunque no es de extrañar, dado que esas tres horas de espera darían para
ir en coche de O Barco a la ciudad olívica o realizar casi tres viajes por
ferrocarril entre Ourense y A Coruña y casi llegar a Madrid. Sin duda, vistas
las circunstancias, ese viaje en tren entre Valdeorras y Vigo es solo para
temerarios gracias a las decisiones de Renfe. Trenes vetustos e incómodos: ni
un agua se puede comprar
Renfe despliega en
ocasiones en la línea entre Valdeorras y Ourense unidades de la serie 121,
destinada en Galicia a cubrir las líneas de Avant, pero no es lo habitual.
Fuentes sindicales indican que se usan cuando tienen que ir a Madrid a pasar
inspecciones, aprovechando parte de su itinerario para cubrir otras líneas. Lo
normal, por desgracia, es que se empleen las vetustas unidades de la serie 470.
Tienen una antigüedad de entre 35 y 40 años, aproximadamente. Los R-470 cumplen
en su conducción por las características de la vía convencional, pero presentan
deficiencias de confort que complican aún más la odisea de subirse al tren,
como falta de enchufes, averías frecuentes en el aire o el baño o máquinas expendedoras
fuera de servicio. Aunque funcionen no se pueden utilizar debido a las medidas
anticovid, por lo que los pasajeros deben aguantarse si les entra la sed
durante las dos horas que dura cada etapa del viaje. Además, la falta de WiFi e
incluso de cobertura en algunos tramos se hace notar en un largo trayecto donde
la necesidad de entretenerse cobra importancia. Un periódico, un libro o
incluso una serie se quedan cortos para distraerse mientras la mañana se va,
muy lentamente, sobre raíles.”
Y continúa el
reportaje:
"¿Un servicio público? El
debate continúa
Juan Francisco Sánchez, vocal del sector ferroviario de CGT, critica la reducción de trenes regionales tras la pandemia y recalca que se trata de líneas que son “obligaciones de servicio público, por lo que son servicios deficitarios pero que son necesarios para vertebrar los territorios rurales donde circulan”.
Celso Delgado, parlamentario
ourensano del PP en el Congreso de los Diputados, calificó la falta de viajeros
como “la pescadilla que se muerde la cola” refiriéndose a que por la baja
calidad del servicio la gente evita viajar sobre raíles.
María González Albert,
diputada del BNG en el Parlamento de Galicia, comenta que “para a zona de
Valdeorras é un paso máis na incomunicación máis absoluta á que nos teñen
sometidos dende Renfe, independientemente de quen goberne”.
Ambos partidos presentaron en Madrid iniciativas parlamentarias
relativas al tema, aunque no se podrán debatir hasta el reinicio del curso
político en septiembre. Mientras tanto, Valdeorras tendrá que seguir esperando.”
Este es el enlace al video:
https://www.youtube.com/watch?v=REEcBbiq25o&t=333s