El 15 de diciembre de 1972, la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó una
resolución que designaba el 5 de junio Día Mundial del Medio Ambiente y
pedía «a los gobiernos y a las organizaciones del Sistema de las Naciones
Unidas a que todos los años emprendan en ese día actividades mundiales que
reafirmen su preocupación por la protección y el mejoramiento del medio
ambiente, con miras a hacer más profunda la conciencia de los problemas del
medio ambiente y a perseveran en la determinación expresada en la Conferencia».
La fecha elegida coincide con el día de la apertura de la histórica
Conferencia.
Por lo tanto hoy celebramos el Día Mundial del Medio Ambiente 2021,
que este año cuenta con Pakistán como país anfitrión.
Generación
Restauración: Reimagina, recrea, restaura
Durante demasiado tiempo, hemos
estado explotando y destruyendo los ecosistemas de nuestro planeta. Cada tres
segundos, el mundo pierde una superficie de bosque equivalente a un campo de
fútbol y, tan solo en el último siglo, hemos destruido la mitad de nuestros
humedales. El 50% de nuestros arrecifes de coral ya se han perdido y para 2050,
podrían desaparecer hasta el 90%, incluso si el calentamiento global se limita
a un aumento de 1,5°C.
La pérdida de los ecosistemas
está privando al mundo de sumideros de carbono, como los bosques y las
turberas, en un momento en que la humanidad ya no puede permitírselo. Las
emisiones globales de gases de efecto invernadero han aumentado durante tres
años consecutivos y el planeta está a un paso de un cambio climático potencialmente
catastrófico.
La aparición de la COVID-19
también ha demostrado lo desastrosas que pueden ser las consecuencias de la
pérdida de ecosistemas. Al reducir el área de hábitat natural para los
animales, hemos creado las condiciones ideales para que los patógenos,
incluidos los coronavirus, se propaguen.
Ante este gran problema,
el Día Mundial
del Medio Ambiente se centra en la restauración de
ecosistemas con el lema "Reimagina, recrea, restaura".
Restaurar los ecosistemas
significa prevenir, detener y revertir este daño, pasar de explotar la
naturaleza a curarla. Para ello, y precisamente en este día, arrancará el Decenio de las Naciones Unidas sobre
la Restauración de Ecosistemas (2021-2030), una misión
global para revivir miles de millones de hectáreas, desde bosques hasta tierras
de cultivo, desde la cima de las montañas hasta las profundidades del mar. Solo
con ecosistemas saludables podemos mejorar los medios de vida de las personas,
contrarrestar el cambio climático y detener el colapso de la biodiversidad.
Invertir en los ecosistemas es invertir
en nuestro futuro
El Día Mundial del Medio Ambiente 2021, que este año cuenta con
Pakistán como país anfitrión, exige acciones urgentes para devolverle la
vida a nuestros ecosistemas dañados.
Desde los bosques hasta las turberas y las costas, todos dependemos de
ecosistemas saludables para nuestra supervivencia. Los ecosistemas se definen
como la interacción entre los organismos vivos (plantas, animales, personas) y
su entorno. Esto incluye a la naturaleza, pero también a los sistemas creados
por el hombre, como las ciudades o las tierras de cultivo.
La restauración de los ecosistemas es una tarea global de una escala
gigantesca. Significa reparar miles de millones de hectáreas de tierra, un área
mayor que China o Estados Unidos, para que la gente tenga acceso a alimentos,
agua potable y empleos.
Significa lograr que vuelvan plantas y animales que hoy están al borde
de la extinción, desde las cimas de las montañas hasta las profundidades del
mar.
Pero también incluye las muchas pequeñas acciones que todos podemos
realizar, todos los días: cultivar árboles, reverdecer nuestras ciudades,
repoblar nuestros jardines con especies silvestres o limpiar la basura de los
ríos y costas.
La restauración de los ecosistemas conlleva beneficios sustanciales
para las personas. Por cada dólar invertido en
restauración, se pueden esperar al menos entre siete y treinta dólares en
ganancias para la sociedad. La restauración también crea
empleos en las zonas rurales, donde más se necesitan.
Algunos países ya han invertido en la restauración como parte de sus
estrategias para recuperarse de la COVID-19. Otros están recurriendo a la
restauración para ayudarlos a adaptarse a un clima que ya está cambiando.