martes, 10 de abril de 2018

En defensa del Comercio minorista

Esta tarde la diputada del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso, defendió en el Pleno una Proposición no de Ley en defensa del comercio minorista y tradicional, para su debate en Pleno. 

Esta es la Exposición de motivos de la misma

"Según datos de «CB Insights», en 2017 cerraron en Estados Unidos más de 6.700 tiendas; más que en todo 2008 en plena crisis. De ellas, unas 5.000 pertenecían a grandes cadenas, algunas tan conocidas en EEUU como «Macy’s, J.C. Penney, Sears and Kmart» 

En septiembre de 2017 se declaró en quiebra la juguetera «Toys R Us», por su elevada deuda y la competencia de los canales de venta digital. Con 1.600 tiendas (50 en España) y 64.000 trabajadores, su estructura era demasiado grande para competir en un mercado cada vez más ágil, con deflación de precios y escaparates virtuales. Durante 2017, una docena de grandes cadenas minoristas se declararon en bancarrota en Estados Unidos, entre ellas «Payless y Radio Shack».

La tecnología y la generalización del acceso a la red han propiciado un cambio en la manera de comprar de las sociedades modernas. Las compras a través del móvil, tableta o, cada vez menos, del ordenador, influyen en la menor afluencia de público a las tiendas tradicionales, y amenazan con captar una buena parte de las ventas del comercio tradicional, el que da personalidad a nuestras ciudades y evita que las calles comerciales se conviertan en espacios vacíos y desolados.

De la importancia del comercio minorista para la economía española dan cuenta los últimos datos de la Contabilidad Nacional Trimestral de España que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE). 

Estos muestran que el gasto en consumo final de los hogares experimentó un crecimiento anual del 2,4% en el tercer trimestre de 2017, tasa similar a la del segundo trimestre, siendo el cuarto año consecutivo de crecimiento del consumo (tras crecer +3.6% en 2016, +2.8% en 2015, +1.6% en 2014).

En línea con la evolución del consumo de los hogares, las ventas del comercio español crecen en porcentajes similares y así, según los últimos datos de los Índices de Comercio al por Menor (ICM), las ventas minoristas crecieron un 2.2% en los once primeros meses de 2017. En dicho periodo, las ventas han aumentaron en catorce Comunidades Autónomas, con !as excepciones de Cataluña donde disminuyeron un 0,3%, en Extremadura un 0,2% y en el País Vasco donde se mantuvieron estables (0,0%). También disminuyeron en las ciudades autónomas de Ceuta (-1,0%) y Melilla (-2,1).

Este crecimiento tiene su reflejo en la creación de empleo asociado a este subsector: según los datos de la EPA del tercer trimestre de 2017, el número de ocupados del comercio minorista fue de 1.975.100, con un crecimiento interanual del 0,8%. En términos de afiliación a la Seguridad Social (Régimen General y Régimen Especial de Trabajadores Autónomos), el empleo asociado al comercio minorista fue de 1.880.576 empleos en 2017, con un crecimiento interanual del 1,6%.

Pese a estos datos positivos, las tendencias vistas en Estados Unidos comienzan a reflejarse en nuestro país en varios indicadores. El primero, en el número de locales y empresas dedicadas al comercio minorista. Según los datos del Directorio Central de Empresas (DIRCE) del INE, a 1 de enero de 2017, había un total de 573.676 locales del comercio minorista (-0,4% interanual) y 458.169 empresas de comercio minorista (-0,9% interanual), continuando la tendencia de caída del año anterior, con caídas interanuales del -1.3% y -1,6% en locales y empresas de comercio minorista respectivamente.

En segundo lugar, en el crecimiento de las compras electrónicas. Una encuesta del INE sobre usos de internet, publicada en octubre de 2017, recoge que 17,7 millones de españoles, de los casi treinta que navegan en la red a diario, han comprado algo electrónicamente. Las ventas han crecido un 500% en siete años. Se estima que en 2017 las ventas por Internet hayan alcanzado el 20% del volumen total y superen por primera vez los 25.000 millones de euros. Hace cinco años apenas alcanzó los 10.000 millones.

Amazon, que desembarcó en España en 2011, acumula en 2017 el 43% de las ventas por internet, según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). El ascenso de la demanda hace que abra nuevos centros logísticos para atenderla. Cuenta con centros en Madrid (tres centros), Barcelona, Valencia y Sevilla, con unos 80 empleados en cada uno. Alibaba, el otro gran competidor en la red, en breve empezará a abrir centros logísticos para distribuir directamente en nuestro país, intentando aumentar su cuota en el creciente mercado de comercio electrónico español.

Además de la reducida creación de empleo de estas plataformas, su contribución a las arcas públicas vía impuestos también es muy limitada, ya que se caracterizan por el uso de una ingeniería fiscal que les permite establecer sus domicilios fiscales en países de menor tributación dentro de la Unión Europea, beneficiándose de una cierta competencia desleal. La falta de armonización fiscal es aprovechada por las grandes empresas multinacionales con filiales en diferentes países, que explotan las diferencias de tributación entre los estados y la compleja red de acuerdos fiscales bilaterales existente (unos 3.000 acuerdos incluyendo no sólo los acuerdos entre estados, sino también acuerdos particulares entre empresas y estados), para trasladar de forma artificial, pero dentro de la legalidad, beneficios a aquellos territorios con una fiscalidad más ventajosa.

La fijación de precios de transferencia difícilmente comparables con los de mercado, pagos por activos intangibles, pagos por derechos de propiedad industrial y otras lagunas fiscales en la legislación internacional son prácticas comunes para trasladar el beneficio desde países con tipos impositivos altos hacia países con tratamiento fiscal más favorable 

Las compras online permiten, además, el uso de la inteligencia artificial en los procesos de compra, la reducción del tiempo y el esfuerzo en el proceso de compra y el pago a través del terminal móvil permitiendo que el consumidor tenga la impresión de que está haciendo un gran negocio por el ahorro de tiempo al recibir la compra en casa, y por la simplicidad del proceso. Pero por otro lado, pierden la noción del artículo antes de la compra, a lo que se unen problemas y plazos de envío, desconfianza, y posibles fraudes con la tarjeta de crédito o débito.

Frente a esto, el comercio tradicional debe jugar sus cartas: calidad, especialización y proximidad al cliente. Debe implementar su propia transformación digital y diseñar una estrategia competitiva, manteniendo sus señas de identidad y con una clara propuesta de valor que incluya productos únicos y servicio al cliente.

La consultora Nielsen estima que el 60% de los españoles compagina ya la compra digital con la tradicional y señala que sobrevivirán aquellas tiendas tradicionales que ofrezcan «experiencias de compra», que no puedan ofrecer las plataformas basadas en la red; entre ellas, algunas tan simples como consejo de experto y trato personalizado al cliente."

Por todo ello, el Grupo Parlamentario Popular en el Congreso instó al Gobierno a:

— Apoyar campañas divulgativas que destaquen las ventajas del comercio minorista tradicional.
— Impulsar la colaboración público-privada para apoyar el desarrollo del comercio minorista y fomentar su transformación digital.
— Seguir impulsando, en los correspondientes foros internacionales tanto de la UE como de la OCDE, medidas contra la elusión fiscal de las grandes multinacionales, para acabar con la competencia fiscal desleal que sufren los comercios minoristas respecto a estas grandes multinacionales del comercio electrónico."

Si desexa facer algún comentario poder enviar un correo a celso.delgado@congreso.es 

Recibirá resposta.