Escucho esta tarde en el hemiciclo
del Congreso el discurso de investidura de Mariano Rajoy que tiene lugar cinco
días antes de que concluya el plazo fijado por la ley para que las Cortes Generales queden disueltas de forma automática.
Comenzó explicando que aceptó el
encargo de Su Majestad el Rey por las mismas razones que expresó cuando
compareció el pasado mes de agosto.
Y dijo que “la primera y la más importante,
es que España necesita un gobierno con urgencia.
Me dirijo a ustedes desde la convicción compartida de que España no admite más demoras”.
Explicó que, España —hasta ahora—mantuvo
su rumbo, pero, que todo tiene un límite. “Está
en juego la piedra angular de nuestra prosperidad:
la confianza, ese ingrediente sustancial de las relaciones humanas, sean personales, políticas, comerciales o
diplomáticas, del que depende el
empuje de nuestra recuperación”.
Recordó que “la confianza,
cuesta mucho conquistarla, pero muy poco perderla. Bajo ningún concepto deberíamos correr el riesgo
de que se tuerza el rumbo y se
malogren los titánicos esfuerzos que han hecho los españoles para representar una historia de éxito que todos
reconocen.
Añadió
otras razones por las que aceptó el
encargo de Su Majestad el Rey: “Los españoles han mostrado en dos ocasiones, tanto en
diciembre como en junio, su clara preferencia por el
Partido Popular. No pretendo recordar lo que
ustedes sobradamente conocen, ni blasonar aquí de los resultados de las últimas
elecciones. Tampoco hacer ostentación de los mismos. Pero parece razonable que,
en una democracia consolidada como la nuestra, gobierne aquella formación política que tiene más apoyos entre los ciudadanos.”
Y además dijo: “Y si para algunos no fuera suficiente razón, a esta
circunstancia hay que añadir el hecho de que la
alternativa que mi grupo plantea es, hoy por hoy, la única razonable de gobierno, como el tiempo se ha
encargado de demostrar”.
Defendió “que evitemos
a toda costa volver a las urnas. Y lo
defiendo desde la convicción de que es lo que más conviene a España y a los españoles. Unas terceras elecciones serían, como casi todos ustedes han reconocido,
muy perjudiciales para nuestro país;
un descrédito para la imagen de España en el exterior; una decepción para los ciudadanos y su confianza en
el sistema político; un serio quebranto,
en fin, para la economía, que se vería lesionada por la prolongación de la incertidumbre. Un daño
objetivo, se mire como se mire, a España
y a los españoles.”
A continuación reflexionó sobre que “España
necesita un Gobierno, pero no es igual cualquier Gobierno. Precisa un gobierno estable, capaz de gobernar y
de inspirar confianza. Un gobierno
fiable y previsible.”
Puso en valor que tras el 26 de
junio, “alcanzamos los compromisos de
gobierno con Ciudadanos, que ustedes conocen
y que expusimos en aquella sesión de finales de agosto el señor Rivera y yo mismo. Son compromisos de gobierno en muchas
de las cuestiones que más importan a los
españoles y que estamos seguros redundarán,
cuando se lleven a buen término, en beneficio de todos”
Y también los acuerdos alcanzados con Coalición Canaria, Unión del Pueblo Navarro, Foro Asturias
y Partido Aragonés.
Y
con rotundidad afirmó: “Soy muy consciente de la importancia de esos acuerdos.
Y mi voluntad es mantenerlos y cumplirlos. Y no tengan
ustedes ninguna duda de que lo haré”
Sobre el Programa de Gobierno se
remitió al expuesto en la anterior sesión
de investidura, si bien recordó que “nuestro
proyecto político contiene dos objetivos básicos
que, además, son inseparables: el empleo y el mantenimiento de los pilares de nuestro Estado de Bienestar”
“Por
eso es tan importante priorizar la creación de empleo. Y, como ustedes saben, ese gran objetivo no depende sólo de que apliquemos
buenas políticas de empleo. Depende
principalmente de que sepamos mantener el crecimiento
económico y consolidemos la recuperación. Depende, en consecuencia, de perseverar en la política económica que
nos ha permitido un cambio de rumbo y no dar marcha
atrás en aquellas reformas que nos están
permitiendo crear medio millón de empleos al año”.
Luego invitó, a abordar en común
algunas materias que reclaman imperiosamente
el consenso de todos por afectar directamente
al interés general de los españoles.
Dijo: “ Es imprescindible que nos
pongamos de acuerdo en lo que hay que hacer para llegar a entendimientos en los
principales asuntos de Estado. Estoy hablando
de esas grandes cuestiones cuya vigencia excede, con mucho, de un periodo de sesiones o de una legislatura, y que marcan
la vida de un país durante generaciones.
La primera de esas cuestiones de
Estado se refiere a la sostenibilidad de nuestro
sistema público de pensiones.
Todos los grupos de este Parlamento,
todos, han manifestado su preocupación
por el sistema de pensiones. Yo les propongo que hagamos de esa preocupación común el marco de un diálogo para
fortalecerlo, con el objetivo de dar tranquilidad a los
pensionistas presentes y también a los futuros.
Por eso les anuncio que, si obtengo su confianza en esta investidura, pediré a los grupos parlamentarios la
convocatoria inmediata del Pacto de Toledo
antes de final de año.
Me propongo también dar un giro y un
impulso al diálogo social. En los últimos
años mi gobierno ha alcanzado acuerdos importantes con los agentes sociales para fortalecer el crecimiento económico
y el empleo. Su participación sigue siendo elemento
clave para impulsar la recuperación de nuestra
economía.
Por eso, si esta Cámara me da su
confianza, convocaré de inmediato a los interlocutores
sociales para compartir nuestros análisis sobre la situación económica y social y abordar nuevas medidas que
fortalezcan la creación de empleo y su
calidad, la asistencia a los desempleados de larga duración, la implantación de la Garantía Juvenil, así como la
sostenibilidad, en el marco del Pacto de
Toledo, de nuestro sistema público de pensiones.
Y lo mismo puedo decir del modelo
educativo. Desde la Educación Primaria a la propia Universidad
se abre ante nosotros la oportunidad de lograr, definitivamente, un pacto nacional por la Educación. Les invito a que trabajemos con ánimo constructivo por un modelo
estable, que atienda a las necesidades
de cada uno de los alumnos, que garantice la igualdad de oportunidades pero, sobre todo, que ponga el
acento en la eficacia y en la calidad.
Con esos objetivos, en el primer mes
de gobierno tal y como acordé con Ciudadanos,
propondré a esta Cámara la creación de una subcomisión parlamentaria que permita la elaboración de un acuerdo
consensuado en el plazo de seis meses."
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