El Partido Popular ha ganado
claramente las elecciones a la Asamblea de Extremadura.
María Guardiola encabezó el único partido que se presentó con un proyecto, con un programa y frente a quienes sólo querían impedir nuestra victoria.
Esta es la realidad. Nuestro
propósito era gobernar y seguir transformando Extremadura y el objetivo compartido
del Partido Socialista y de Vox era frenar al PP. Para ellos, eso era todo.
Pues bien, con este
planteamiento:
PP, 29 escaños.
PSOE, 18 escaños.
Vox, 11 escaños.
Es una victoria incontestable. Primero, porque somos la primera fuerza y eso, por sí solo, en Extremadura ya es excepcional.
Segundo, porque por primera vez
solo el PP ya suma más que toda la izquierda
Y tercero, y sobre todo, porque lo logramos con una diferencia histórica con el Partido Socialista. Partíamos de empate en escaños y algo más de un punto por debajo en porcentaje de voto, y ahora le sacamos 17 puntos y medio y once escaños. Nunca habíamos ganado con tanta diferencia al Partido Socialista de Extremadura.
Dicho de otro modo, la gente ha dicho basta a más política que no sirve para nada. Quieren gobierno, y quieren al PP liderando el Gobierno de Extremadura.
La gente ha votado gobierno, el Gobierno del PP en Extremadura. Vox ha mejorado sus resultados y el PP también, es decir, la mejora del resultado de Vox no es a costa del Partido Popular.
Esto, a juicio de Feijóo, debería llevarnos a dos
conclusiones.
"Una. Espero que el PSOE asuma
el fracaso de su relato. De tanto alimentar el miedo a Vox para frenar al
Partido Popular han conseguido que crezca Vox y que crezca el Partido Popular.
¡Gran exitazo socialista!.
La segunda conclusión es que espero que Vox comprenda lo que la mayoría de españoles que ansían un cambio nos están pidiendo. Que no se equivoquen de adversario nunca más. El adversario no es el PP, el adversario no está en esta sala ni en el espacio constitucional que nosotros defendemos.
El adversario es un Gobierno que ha degradado la política y que ha convertido la mentira y la corrupción en sistema. Ese es el adversario de Vox, el adversario del PP y el adversario de la política con principios.
La tercera reflexión: el
declive irreversible del Partido Socialista no ha hecho más que empezar. Los
españoles no quieren más sanchismo y en Extremadura su candidatura era puro
sanchismo.
Fue Sánchez quien planteó estas
elecciones como una cuestión de confianza. Pues bien, han perdido. La gente no
le dio el aval que buscaba para todos sus desmanes. ¿Y sabéis que significa
eso? Muy sencillo: Sánchez dejará una España herida y un PSOE muerto."
