Leo hoy la Encuesta del
Banco de España sobre la Actividad Empresarial (EBAE) del segundo trimestre de
2024 que tal y como se dice “permite
extraer, en tiempo real, información muy valiosa acerca de la facturación, el
empleo y los precios pagados y cobrados por una muestra amplia de empresas
españolas, así como de los factores que condicionan su actividad, lo que
proporciona una contribución muy relevante al diagnóstico de la situación
coyuntural de la economía.
Preparando una intervención parlamentaria para la Comisión de Economía de la próxima semana, me detengo en un apartado de esta encuesta que aborda un tema que me preocupa al igual que a muchísima gente que es la falta de mano de obra para un gran número de actividades, mientras España sigue liderando la tasa de paro de la Unión Europea. En mi provincia, Ourense, son muchas las actividades económicas lastradas por la falta de mano de obra: el sector de la pizarra, la construcción, los talleres, el transporte, la hostelería... Pero el problema está básicamente generalizado en todo nuestro país.
Se trata del apartado
titulado “Factores que inciden sobre la actividad”
Dice así: “En cuanto a los
condicionantes de la actividad en este trimestre, los resultados muestran un
descenso de la incidencia de los factores limitantes considerados en la
encuesta, aunque algunos factores de oferta, como las dificultades asociadas a
la disponibilidad de mano de obra y al coste de los inputs energéticos, se
mantienen en niveles elevados.
El porcentaje de empresas que perciben problemas de disponibilidad de mano de obra alcanza el 41,1 %, apenas 2 pp menos que hace tres meses, proporción que supera, por primera vez en la serie, al impacto del incremento de los costes energéticos (véase gráfico 4.a).
Por sectores de actividad,
los problemas continúan siendo especialmente marcados en la hostelería, la
agricultura y la construcción, donde más del 50 % de las empresas declaran que
se están viendo afectadas.
Esta heterogeneidad
sectorial es importante para comprender las diferencias en las expectativas de
costes laborales a medio plazo, ya que las ramas en las que se observa una
mayor incidencia de estos problemas de mano de obra tienden a coincidir con las
que anticipan mayores incrementos de sus costes laborales (véase gráfico 4.b).
En cuanto al aumento del
coste de los «inputs» energéticos, este factor continúa afectando negativamente
al 40 % de las compañías encuestadas, 13 pp menos que hace tres meses.
Por su parte, la incidencia
negativa de las dificultades para recibir suministros de los proveedores
habituales se ha reducido notablemente en el segundo trimestre. En concreto,
este elemento es mencionado como un factor adverso por solo el 8 % de las
empresas, lo que supone el mínimo desde el lanzamiento de la encuesta.
Asimismo, se observa, por
segundo trimestre consecutivo, una reducción en la incidencia de la
incertidumbre sobre la política económica.
No obstante, el porcentaje
de compañías afectadas negativamente asciende hasta el 49 %; por tanto, se
mantiene como el principal factor condicionante de la actividad.
La incidencia de este factor
es bastante generalizada por ramas de actividad, y son las ramas de
agricultura, industria y comercio las que señalan una mayor afectación (62 %,
58 % y 54 %, respectivamente), en contraste con el menor porcentaje de
compañías afectadas en los servicios de información y comunicación (36 %).
En el caso de los desarrollos
de la demanda, en el segundo trimestre se ha registrado una nueva caída de la
incidencia de la escasez de demanda como factor limitativo de la facturación.
En concreto, solo un 14 % de las compañías declaran que esta circunstancia está
afectando negativamente a su actividad, lo que supone el mínimo de la serie, si
bien este porcentaje se eleva hasta el 20 % en el sector industrial.
Por último, los factores
financieros siguen mostrando una incidencia limitada en este trimestre. En el
conjunto de la muestra, un 18 % de las empresas manifiestan un impacto negativo
derivado de problemas de acceso a la financiación, 1 pp menos que hace tres
meses, pero 8 pp más que antes del actual ciclo de subidas de tipos de interés
iniciado por el BCE en julio de 2022.
Por su parte, un 32 % de las empresas han visto incrementados sus gastos financieros, 3 pp menos que hace tres meses, aunque persisten las diferencias por ramas. Así, estas condiciones financieras restrictivas están incidiendo de manera más intensa en la agricultura y el transporte (sectores en los que más del 40 % de las empresas declaran un impacto negativo derivado del incremento de sus gastos financieros), mientras que las compañías de las ramas de información y comunicación y de actividades profesionales y administrativas indican un menor impacto."
Fuentes: # Fernández Cerezo,
Alejandro, y Mario Izquierdo. (2024). “Encuesta a las empresas españolas sobre
la evolución de su actividad: segundo trimestre de 2024”. Boletín Económico -
Banco de España, 2024/T2, 05. https://doi.org/10.53479/36701