Una nota que coincide en su cierre con la Conferencia interparlamentaria sobre estabilidad, coordinación económica y gobernanza de la UE que mañana comienza en el Senado.
Por su interés reseño en esta entrada lo que aborda sobre la sostenibilidad de la deuda pública.
Dice la nota en su presentación: ”Continúa el proceso de la reforma de la gobernanza económica de la UE que contiene el paquete legislativo presentado por la Comisión Europea el pasado 26 de abril de 2023.
La propuesta de la Comisión culmina el proceso iniciado por esta institución en febrero de 2020, y que ha consistido en una primera fase de consulta1 (interrumpida por la irrupción de la pandemia y retomada en octubre de 2021) y en una segunda de orientaciones, en forma de una Comunicación de 22 de noviembre de 20222, que han dado lugar a la actual propuesta de reforma. La fase de consulta incluyó además debates temáticos en profundidad con los Estados miembros en el Consejo (ECOFIN), el Eurogrupo, el Comité Económico y Financiero y el Comité de Política Económica.
El paquete legislativo, que se encuentra en fase de debate y en el Parlamento Europeo y en el seno del Consejo, y cuya aprobación antes de final de 2023 es una prioridad de la Presidencia española de la UE, se compone de dos propuestas de reglamento y una de directiva.
Los reglamentos se orientan a hacer más eficaz la coordinación de las políticas económicas y la supervisión presupuestaria (brazo preventivo del Palm de Estabilidad y Crecimiento (PEC) y a acelerar y clarificar el procedimiento de déficit excesivo (brazo correctivo) La propuesta de directiva tiene por objeto fortalecer los marcos presupuestarios nacionales.
Las principales modificaciones respecto a la situación actual de la gobernanza se recogen en el primero de los reglamentos (brazo preventivo)”
La sostenibilidad de la deuda pública
“En la exposición de motivos del proyecto de reglamento se afirma que las propuestas de reforma están condicionadas por el aumento y la mayor diversidad de los niveles deuda pública observados durante varios años.
Por eso, el elemento clave para la determinación de la senda de gasto que permita el ajuste hacia niveles de endeudamiento público sostenibles pasa a ser el análisis de sostenibilidad de la deuda (en adelante, ASD).
• La propuesta contempla que sea la Comisión la que, a fin de orientar a los Estados miembros, presente una trayectoria técnica diferenciada para cada EM, basada en un ajuste presupuestario mínimo que garantice las siguientes condiciones:
1. Sitúe la trayectoria de la deuda del Estado miembro en una senda creíble y decreciente o mantenga la deuda en un nivel prudente.
2. Disminuya la ratio de deuda pública al final del horizonte de planificación respecto al nivel del año anterior al inicio de la trayectoria técnica.
3. Garantice que el déficit público se sitúe y se mantenga por debajo del 3% del PIB. Esto implica también prever los posibles costes adicionales al final del periodo de planificación, como los derivados del envejecimiento demográfico o del aumento del servicio por intereses de la deuda.
4. El crecimiento del gasto nacional neto se mantenga, por término medio, por debajo del crecimiento del PIB a medio plazo, por regla general, durante el horizonte temporal del plan.
• El texto prevé que la Comisión actualice las trayectorias técnicas al menos una vez cada cuatro años, con tiempo suficiente para el siguiente ciclo de presentación de planes a medio plazo.
• Además de prever una cláusula general de salvaguardia para el conjunto de la zona euro o de la UE, en la propuesta de marco reformado se contempla una cláusula específica para cada país que permita una desviación de la trayectoria de gasto neto, siempre que no ponga en peligro la sostenibilidad presupuestaria a medio plazo.
- Esta cláusula se activaría en circunstancias excepcionales, como acontecimientos exógenos impredecibles que no podrían haberse evitado y que requieran medidas fiscales anticíclicas, que escapen al control del EM, que tengan una incidencia importante en sus finanzas públicas, y estaría sujeta a una recomendación del Consejo, basada a su vez en una recomendación de la Comisión.
• En los gráficos que siguen se recoge la deuda pública por EEMM en 2022 y 2019 (año anterior a la pandemia); la evolución del volumen de deuda en la UE entre 2013 a 2022 y el peso en la misma de los cuatro países con mayor cuantía absoluta; y la evolución del número de países con deuda mayor del 60% y del 100% del PIB desde el inicio del PEC en 1997.”
