La OMC es la única organización internacional que se ocupa de las normas que rigen el comercio entre los países.
Los pilares sobre los que descansa son los Acuerdos de la OMC, que han sido negociados y firmados por la mayoría de los países que participan en el comercio mundial y ratificados por sus respectivos Parlamentos. El objetivo es garantizar que los intercambios comerciales se realicen de la forma más fluida, previsible y libre posible.
La OMC cuenta con más de 160 Miembros, que representan el 98% del comercio mundial. Más de 20 países están interesados en adherirse a la OMC. Cuenta con una plantilla de unos 650 funcionarios incluidos en el presupuesto ordinario.
Leo en su web como el pasado 15 de julio, la Directora General Ngozi Okonjo-Iweala dijo a los Ministros de Finanzas del G20, reunidos en Bali (Indonesia), que la cooperación en el ámbito comercial sería crucial para hacer frente a la actual crisis de inseguridad alimentaria y que la OMC “está decidida a ser parte de la solución”.
La DG advirtió que, en un contexto de intensa competencia por los alimentos e insumos clave como los fertilizantes, “existe un riego de que los suministros se desvíen de los países más pobres hacia los más ricos, como ocurrió con las vacunas contra la COVID-19. Por ejemplo, los países africanos ya tienen dificultades para acceder a cantidades suficientes de fertilizantes”.
La OMC sigue de cerca las medidas comerciales que afectan a los alimentos desde el inicio de la guerra en Ucrania y alienta a los Miembros a que mantengan abiertos los mercados internacionales para los alimentos y los insumos agrícolas.
“La apertura del comercio y las cadenas de valor mundiales han sido históricamente desinflacionistas y han impulsado el aumento de la competencia y la especialización, así como una producción a mayor escala”, señaló. “Pero en los últimos dos años, la pandemia ha perturbado las cadenas de suministro: los cierres de las fábricas y las restricciones al transporte han limitado la oferta, mientras que los consumidores se han alejado de los servicios en favor de los productos duraderos a pesar de que los incentivos fiscales y monetarios impulsaron la demanda agregada. Los precios de los alimentos y la energía aumentaron incluso antes de la guerra”.
La DG dijo que los nuevos datos correspondientes al primer trimestre de 2022 muestran que las corrientes comerciales mundiales disminuyeron en valor un 2,3%, de un trimestre a otro, y se mantuvieron estables en términos reales. Sin embargo, los pedidos de exportación “se han recuperado un poco desde junio, lo que puede ser un indicador adelantado de una estabilización”.
Los resultados comerciales varían de manera significativa de una región a otra; las importaciones y exportaciones de África siguen estando por debajo de los niveles anteriores a la pandemia, mientras que los volúmenes del comercio mundial, impulsados por Asia, alcanzan niveles récords o se acercan a ellos, señaló.