La OCDE pronostica que la economía mundial tomará impulse solo de manera paulatina, a medida que las vacunas se apliquen
Según la versión más reciente de
las Perspectivas Económicas de la OCDE, la posibilidad de
poner a disposición de la población varias vacunas contra el COVID-19 de manera
generalizada el próximo año ha despertado la esperanza de una rápida
recuperación; sin embargo, los formuladores de políticas públicas tendrán que
preservar tanto el apoyo fiscal como a la salud pública, y a la vez actuar con
determinación para retomar impulso.
La OCDE advirtió en la edición de
las Perspectivas Económicas de junio que una segunda ola de infecciones al
final del año podría sacar de curso al repunte inicial. Europa y América
del Norte se llevan actualmente la peor parte de un rebrote del virus, que está
paralizando la recuperación.
Se espera que el PIB mundial del cuarto trimestre
de 2020 se ubique 3% por debajo del mismo trimestre el año pasado. En la zona
del euro y para los Estados Unidos se prevé una caída de 7.3% y
3.2% respectivamente.
La actividad seguirá restringida
y muy probablemente el distanciamiento social y el cierre parcial de las
fronteras se mantendrán a lo largo del primer semestre de 2021, se afirma en
las Perspectivas Económicas. Se pronostica que la economía mundial tomará
impulse solo de manera paulatina, a medida que las vacunas se apliquen en todos
los países de la OCDE en el transcurso de 2021. Después de una brusca baja de
4.2% este año, se proyecta que el PIB mundial aumentará 4.2% en 2021 y que
China representará más de un tercio de ese crecimiento.
La recuperación será desigual en
los distintos países y sectores y podría provocar cambios duraderos en la
economía mundial. Los países que cuentan con programas eficientes de aplicación
de pruebas, rastreo y aislamiento y donde es posible distribuir las vacunas
eficaces con rapidez posiblemente se desempeñen relativamente bien, pero
persiste un alto grado de incertidumbre.
Las Perspectivas se presentan
tanto los riesgos al alza como a la baja de sus principales proyecciones.
Liberar la demanda acumulada y los ahorros acumulados podría reforzar un
repunte si las vacunas se ofrecen con mayor rapidez y de manera más amplia, lo
cual impulsa el crecimiento mundial a cerca de 5% en 2021. Pero la confianza
puede resultar afectada si surgen problemas con la distribución o inesperados
efectos secundarios de las vacunas, y si no se aprenden las lecciones que
dejaran las dos primeras olas de la pandemia. Bajo este supuesto, en 2021 el
crecimiento mundial se reduciría 2¾ puntos porcentuales.
La prioridad inmediata en América
Latina debe ser evitar posibles rebrotes de la COVID-19, fortaleciendo los
sistemas de salud, y los sistemas de testeo, rastreo y aislamiento, así como
asegurar un despliegue rápido de la vacuna cuando esté disponible.
Al presentar el informe
Perspectivas Económicas el día de hoy con la Economista Jefe Laurence
Boone el Secretario General, Angel Gurría, dijo: “Hay esperanzas, pero es
necesario transformar esas esperanzas en realidad. La pandemia es un problema
mundial. Ahora más que nunca se necesita la cooperación internacional”.
“Volver a construir mejor exige
liderazgo y acción para construir sobre la promesa de vacunas, así como para
reemprender negociaciones multilaterales sobre comercio, sobre el clima y sobre
normas digitales para abrir camino hacia un crecimiento sostenible y una
sociedad donde haya oportunidades disponibles para todos.”
Por su parte Laurence Boone dijo:
“Con la perspectiva de aplicación de las vacunas, así como de una mejor gestión
del virus, el panorama para la economía mundial parece más brillante, pero la
situación es aún precaria, sobre todo para las personas poco cualificadas y
para las pequeñas empresas.
Los gobiernos han sido reivindicados en el apoyo que brindaron para proteger a
las personas y las empresas. Dado que se espera que las ínfimas tasas de
interés persistan, los gobiernos pueden y necesitan sostener dicho apoyo para
prevenir cicatrices de largo plazo de esta crisis. Las consecuencias económicas
permanecerán con nosotros en los años por venir. Los gobiernos deben atender de
manera decidida el impacto sobre las personas más vulnerables, en especial los
niños y los jóvenes.”
En las Perspectivas se muestra en
qué forma la crisis agravó la desigualdad al afectar con mayor dureza a los
miembros más vulnerables de la sociedad. Se corre el riesgo de que los altos
niveles de desempleo, sobre todo entre los menos cualificados y los jóvenes,
persista durante años. Muchos niños, en particular los que provienen de
entornos desfavorecidos, han quedado muy rezagados en su educación durante los
periodos de confinamiento, lo cual limita aún más sus oportunidades futuras.
Para millones de pequeñas y
medianas empresas —las principales impulsoras de la creación de empleos—, las
crecientes deudas y la continua incertidumbre ponen en peligro su
supervivencia. En las Perspectivas se sostiene que la disminución de las
utilidades de las empresas perjudicará su capacidad de cubrir deudas en el
futuro y debilitará su capacidad de invertir. Se prevé que las empresas jóvenes
y pequeñas, así como aquellas menos productivas, resultarán seriamente afectadas,
además de las pertenecientes a los sectores de alojamiento y alimentación, de
transporte, y de arte y entretenimiento que han sido severamente afectados por
las medidas de confinamiento.
El daño
económico hubiera sido incluso más serio sin el apoyo financiero masivo del
gobierno que ahora se brinda con el fin de ayudar a las personas y a las
empresas a mitigar el choque. Dado que se espera que prevalezcan las muy bajas
tasas de interés por un tiempo, el gasto excepcional puede y deberá continuar
hasta que la recuperación cobre impulso, dice la OCDE. Será necesario orientar
mejor la acción política a donde más se requiera y fortalecer la recuperación.
La balanza de gastos deberá desplazarse de manera gradual hacia una mayor
inversión en salud, educación e infraestructura, así como alentar el cambio
hacia una economía más verde y más digitalizada, se sostiene en el informe.
En las Perspectivas
Económicas se convoca a que los formuladores de políticas emprendan
acciones decididas en múltiples frentes:
Fortalecer
los servicios de salud pública mediante la inversión en trabajadores de la
salud, estrategias y capacidad de prevención.
Poner en marcha programas
eficaces de aplicación de pruebas, seguimiento y aislamiento.
Empezar ahora a
planificar las campañas de vacunación. Hacer labor de coordinación en el ámbito
internacional para garantizar la disponibilidad de vacunas y tratamientos
asequibles dondequiera que se necesiten.
Apoyar a
la población vulnerable al expandir las redes de seguridad social y
mejorar la capacitación de los jóvenes y de las personas con escasas
cualificaciones. Garantizar que los niños de entornos desfavorecidos estén
preparados para la era digital al proporcionarles oportunidades equitativas.
Apoyar a
las empresas al brindar subsidios y capital en vez de préstamos que aumentan
su deuda existente. Apoyar a las empresas a invertir en su futuro, por ejemplo,
al facilitar la adopción de tecnología digital.
En las Perspectivas Económicas se advierte que la deuda empresarial está
alcanzando niveles que se vieron por última vez en la crisis financiera global
de hace una década y que esto eleva el riesgo de casos de insolvencia, pero
también la disminución de la capacidad de las empresas de invertir, lo cual
debilitaría una recuperación económica más amplia.