Asisto esta mañana en Madrid a la Junta Directiva
Nacional del PP en la que lo más importante fue el discurso del presidente
Pablo Casado.
Comenzó
agradeciendo a todos el trabajo realizado en estas sucesivas campañas
electorales, “que nos ha permitido recuperar gran parte de nuestro apoyo
electoral, y gobernar para 21 millones de ciudadanos en las autonomías (8
millones más que hace 4 años), 12 millones en las entidades locales (casi 3
millones más que hace 4 años) y gestionar las economías de más de la mitad del
PIB español.”
Dijo
que “arrancamos un tiempo nuevo, coincidiendo con la formación del gobierno más
radical de la historia de nuestra democracia, que nos convierte en la única
alternativa de Estado para defender el orden constitucional y el sistema
político de la Transición. Nuestra primera responsabilidad, por tanto, es
liderar la oposición, no sólo frente al nuevo ejecutivo de coalición con la
extrema izquierda, sino también frente a las fuerzas disolventes del
nacionalismo separatista y batasuno que le apoyan.”
Advirtió de que si la Fiscalía no hace nada de
oficio frente a la desobediencia de Torra, el PP “no se quedará de brazos
cruzados” y presentará una denuncia por un delito de usurpación de funciones
públicas.
Reveló que el PP registrará mañana en el Congreso una propuesta de modificación urgente de la Ley Electoral para que los prófugos de la Justicia no puedan ser elegibles y evitar así que Puigdemont se presente a las elecciones catalanas.
Explicó que esto no son “zancadillas o artimañas
legales, como llegó a decir Sánchez en el Congreso”, sino que “es el Estado de
Derecho que no puede supeditarse a ninguna mesa de negociación política”.
Denunció que este fin de semana Unidas Podemos,
“partido del vicepresidente Iglesias”, se manifestó pidiendo el acercamiento de
los presos de ETA.
Casado se marcó como reto construir una alternativa
política “liderando la reagrupación de los constitucionalistas”, convirtiendo a
su partido en la “gran plaza mayor de la España constitucional”, y “cobijando”
a los socialdemócratas que comparten la defensa de la libertad e igualdad.
Alertó del retrato de la “derecha crispadora” y del
“dóberman” que pretende usar la izquierda contra el PP para encubrir su propia
deriva radical. “Nosotros no nos vamos a arredrar ante ese ruido”, señala
Casado quien acusa a Sánchez de presidir el gobierno “más ultra” de nuestra
historia.
Advirtió de que no va a liderar un PP ni
desestabilizador ni bronco, pero tampoco uno “ingenuo ni incauto” porque las
consecuencias “las pagarían los españoles”. “Voy a defender un PP firme y en su
sitio, un PP centrado en las cuestiones esenciales para España, un PP propositivo
y realista”, subrayó.
“No nos vamos a meter en ninguna habitación del pánico
ni en ninguna trinchera. Vamos a contar lo que pasa pero sobre todo vamos a
decir lo que queremos que pase”.
Pidió salir “a la conquista de una nueva mayoría
social” reivindicando los aciertos del PP allí donde gobierna y
contraponiéndolos a los errores de Sánchez.
Apostó por fortalecer al PP como “un partido
abierto de par en par a la sociedad, de guardia permanente y al servicio
de todos”, y asegura que no se rendirá ante “este Gobierno radical”.
“El gobierno, y sus antenas, pretenden encubrir su
propia deriva radical diciendo que no es que él se haya movido a la extrema
izquierda sino que nosotros nos movemos hacia la derecha”.
Subrayó que el PP nunca va a contribuir “a la
espiral de división y de enfrentamientos que una vez más la izquierda quiere
desencadenar”. “Nos vamos a oponer a ella y la vamos a denunciar con la
intensidad que en cada momento se necesite”, añadió.
Considera que este es un debate falso y subraya que
el PP es un partido nacional unido y no “una federación asimétrica como nuestros
adversarios”. “Ahora que irrumpe de nuevo un empobrecedor cantonalismo, quiero
reivindicar que si no se salva lo de todos, nadie salvará lo suyo”, enfatiza.
Reivindicó un único Partido Popular y niega la
división entre duros y blandos, radicalidad y moderación, y entre halcones y
palomas. “Menos PP conduce a una peor España”, agrega.
“No tenemos vocación de minoría indomable, tenemos
ambición de mayoría imbatible. La política no consiste en gritar muy fuerte
sino en llegar muy lejos haciendo mucho”.
Anunció que el PP pone en marcha la Agenda para una
Nueva Mayoría para “buscar la colaboración activa de la sociedad civil”.
Finalizó diciendo: “España y el Partido
Popular iniciamos una etapa distinta de nuestra historia. Una etapa en que se
reclama de todos nosotros el máximo compromiso personal, el máximo sacrificio y
el máximo esfuerzo.
Solo si trabajamos unidos y si avanzamos
decididamente al encuentro de la sociedad española podremos tener el éxito que
buscamos y que España necesita.
Como
decía Ortega, solo cabe progresar cuando se piensa en grande, solo es posible
avanzar cuando se mira lejos.
Pensemos
en grande y miremos lejos, porque más pronto que tarde nos encargarán de nuevo
recuperar el progreso y el futuro de España.”