Después del paréntesis de la campaña electoral, la próxima semana se reanudará la actividad parlamentaria. El miércoles 25 en la sesión de control está previsto que formule una pregunta al Ministro de Industria, Comercio y Turismo, Miguel Sebastián del siguiente tenor:
¿Considera que una subida del impuesto de matriculación ayudará a frenar la permanente caída de la venta de automóviles en España?
Obedece esta pregunta de mi Grupo Parlamentario al conocimiento de la noticia de que el Gobierno incluye en su anteproyecto de ley de Eficiencia Energética y Energías Renovables una subida del impuesto de matriculación de vehículos, de cuyo pago están en estos momentos exentos el 37% de los vehículos que se venden.
Si los propósitos el ejecutivo socialista se cumplieran, sólo estaría exentos de pago de este tributo los vehículos que emitan menos de 100 gramos de CO2 por kilómetro recorrido.
Divulgada esta noticia por el diario "El País", se produjo una contundente respuesta en contra del sector de la distribución de automóviles lo que provocó un rápido desmentido del ministerio de Industria.
Queremos desde el Grupo Popular conocer la posición del ejecutivo en sede parlamentaria y trasladarle con firmeza que subir en este momento el impuesto de matriculación sería un monumental error, dada la tremenda caída de las ventas de turismos en España.
Los últimos datos conocidos revelan que en abril de 2011 se vendieron tan sólo 71.808 automóviles de turismo, un 23,3 % menos que en el mes anterior y muy lejos de las 133.148 unidades vendidas en abril de 2004.
Y si tomamos el período enero-abril de 2011 nos encontramos con 279.960 unidades vendidas, un 26,3 % menos que en el mismo período del año precedente y a una abismal distancia de las 530.339 unidades vendidas en abril de 2004.
Más que de subidas de impuestos para el automóvil, el ejecutivo debería preocuparse de arbitrar medidas que estimulen nuestra muy débil demanda interna.
Recordemos que el sector de automoción es uno de los de mayor peso en la economía nacional, por su capacidad de generar renta y empleo en las industrias fabricantes y auxiliares de componentes, en la red de distribución, en los talleres y en las muchas empresas de servicios vinculadas al automóvil.
